Maltrato en los Circos

Maltrato en los Circos

sábado, 4 de abril de 2015

RELACIONES DE VIOLENCIA FAMILIAR Y ANIMAL.

Hoy en día dentro de las familias en las que existe violencia, es más dirigida hacia los más débiles (mujeres, niños y animales de compañía). El maltrato hacia los animales es tolerado por aquellos que lo observan; se minimizan sus causas y sus efectos, y los padres, maestros y comunidades que no dan importancia al abuso animal en realidad incuban una bomba de tiempo.
Los animales son criaturas que se encuentran, en relación al ser humano, en un nivel de inferioridad dentro de la escala evolutiva. Si realmente queremos combatir la violencia, una parte de nuestra lucha consiste también en erradicar el maltrato a otros seres vivos.
La violencia hacia los animales nos puede servir como detector y señal de alerta hacia la violencia intrafamiliar, ya que la crueldad hacia los animales y la violencia humana tienen una relación directa. Debemos saber que los niños que maltratan a sus animales de compañía pueden ser testigos de actos crueles contra seres humanos o ellos mismos ser víctimas de abuso por alguien mayor.
Estos niños, a la vez abusados y abusadores, están aprendiendo la violencia que ellos mismos perpetuarán al ser mayores y al tener sus propias familias.  Una persona que abusa de un animal no siente empatía hacia otros seres vivos y tiene mayor riesgo de generar violencia hacia otras personas.
Amenazar con lastimar al animal de compañía puede ser una forma de violencia psicológica que se utiliza contra el niño para que se “porte bien” o como una forma de mantener en secreto algún tipo de abuso al que éste está siendo sometido. En la observación del comportamiento de menores, protagonizar u observar actos de crueldad pude llegar a ser tan traumático como ser víctima de abuso físico y es altamente probable que el niño presente riesgo de convertirse en padre abusivo, quien a su vez puede producir otra generación de niños violentos.
Algunas de las características que pueden presentar los niños y jóvenes que abusan de los animales son: sentirse indefensos y bajo el control de otros; usan a los animales como víctimas para demostrar su autoridad y poder; emplean a los animales como chivos expiatorios por el enojo que sienten hacia otras figuras de autoridad que los maltratan; ; son discriminados de algún modo; reciben castigos severos; tienen baja autoestima; sienten gran recelo contra la sociedad; tienen bajas calificaciones y están aislados socialmente.
Algunas características del contexto familiar de quienes abusan o maltratan animales son: adultos que fueron abusados sexualmente en la infancia; adolescentes que presentan una relación con sus padres, familia y compañeros más negativa que los no maltratadotes.
La crueldad origina violencia, y la violencia, delincuencia.
Por tal situación es necesario que desde un principio que se observe una conducta así, se debe de atender de la manera más
adecuada al menor o cualquier persona que sea victima de violencia para que en un futuro se siga promoviendo la violencia, tanto familiar como hacia los animales.





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