Hoy en día existe un deporte llamado PELEA DE GALLOS, el cual se introducen dos aves de la misma raza para que se creé un combate y el dueño del gallo ganador salga beneficiado, al igual que los que apuestan a un gallo.
La historia de las peleas de gallos es incierta, no se sabe con certeza cuando se convirtió en un deporte. En los tiempos antes de Cristo, hace aproximadamente 3000 años durante los tiempos de los Fenicios, Hebreos y los de Canaan las peleas de gallos ya eran popular.
Para las peleas de gallos se llevan por lo regular en un reñidero, arena, ruedo o palenque donde el ave que demuestra mejores cualidades en el combate se declara ganadora, para ello debe dejar a su adversario inhabilitado para seguir peleando. En algunos casos hay gallos con poco entrenamiento para las peleas y se ven en malas condiciones que llegan a perder la pelea.
Según sus detractores la finalidad principal de las riñas de gallos es en muchos casos el dinero de las apuestas. Señalan también que en la naturaleza sus combates rara vez resultan en heridas pues antes de morir huyen, posibilidad que en una pelea de gallos se les niega pues han de pelear por 12 minutos ó hasta que uno de los dos, o ambos, mueran.
Las características para que un gallo se encuentre en buenas condiciones para ganar son:
Velocidad vertiginosa desde el momento que sienten cerca a su rival.
Movimientos explosivos, vaciándose casi por completo en cada tiro.
Cortan con la pata izquierda (donde se coloca siempre la navaja).
Pegan la mayoría de sus envíos en el pecho, costillas, piernas, y muy pocas veces en el cuello y cabeza.
No tienen fondo, es decir se hieren rápidamente vaciando su condición física y su pelea dura muy poco tiempo.
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